Luego de un largo día trabajando, mi mamá sirvió de cena
a mi papá un plato con salchichas y pan tostado que estaba bastante quemado. Yo
esperaba para ver si alguien notaba el pan quemado, pero mi padre lo único que
hizo, a pesar de haberlo notado, fue tomar uno de los panes y preguntarme como
me había ido en el día.
Mientras le contestaba, untó mantequilla y mermelada al
pan y se lo comió completamente. Cuando ya me iba a dormir, escuché a mi madre
pidiendo disculpas a mi papá por los panes quemados. Mi papá le respondió:
"Cariño, no te preocupes, a veces me gustan los panes muy tostados."
Cuando fui a dar las buenas noches a mi padre, le
pregunté si en verdad le gustaban los panes quemados. El me respondió:
"Tu mamá de seguro tuvo un largo día de trabajo y
por ello debe estar muy cansada. Además, un pan tostado quemado no le hace daño
a nadie. En la vida encontrarás cosas imperfectas y gente imperfecta. Nadie es
perfecto. Pero una de las cosas mas importantes de la vida, es aprender a
aceptar los defectos de los demás, y celebrarlos. De esa manera se puede crear
una relación sana y duradera. Un pan quemado no debe romper nunca un corazón.
Siempre se mas amable de lo que tu creas que es necesario
ser. Recuerda que todos tenemos problemas y aprendemos cada día a vivir. Es
probable que no nos alcance la vida para aprender todo lo necesario."